Pnom Penh, 12 oct (PL) El primer ministro de Cambodia, Hun Sen,
convalidó la reciente condena a 20 años de prisión al propietario de
una radioemisora, convicto de participar en un complot secesionista y
de incitar contra las legítimas autoridades del país.
Frente a críticas provenientes de círculos oficiales de
Estados Unidos y Europa, defendió la sentencia emitida contra Mam
Sonando, durante un discurso pronunciado en un acto de entrega de
títulos de tierras en la provincia Kampot.
Aclaró que Radio
Beehive, desde donde el procesado lanzaba sus ataques
antigubernamentales no ha sido clausurada, y el veredicto se ciñó a las
actividades conspirativas.
"No me importa quien quiera que sea,
partido político, organización no gubernamental, militar, polícia, o un
general, si usted se equivoca, recibe la misma sanción", recalcó.
Opositores políticos que se manifestaron en el transcurso de la vista
del caso en un tribunal aquí, la semana pasada, alegaron que Sonando
era mal visto por las autoridades a causa de sus críticas a desalojos
de tierras.
En tanto, funcionarios de cuatro organismos
gubernamentales junto a un consejero del primer ministro exhortaron a
dos estaciones de radio financiadas por Estados Unidos a desempeñarse
con profesionalidad y ajustado a la ley, en una reunión a puerta
cerrada en el Consejo de Ministros a donde fueron convocados.
Se tratan de la llamada Radio Libre de Asia y la Voz de las América, a
las que se le señaló parcialidad en la presentación del caso Sonando y
en el de la muerte hace meses del ambientalista Chut Wutty, en un
incidente con un policía, cuyo esclarecimiento dispuso de inmediato el
gobierno.
De acuerdo con el portavoz del gabinete ejecutivo,
Phay Siphan, la reunión se desarrolló en términos amistosos, y sin
intención de clausurar esas dos cuestionadas fuentes informativas,
siempre que actúen dentro de la más estricta legalidad.
Aunque
rehusó dar detalles de lo que calificó de confidencial, anunció que
similares encuentros se llevarán a cabo con otras estaciones de radios
financiadas por gobiernos extranjeros, ante la preocupación de que no
prestan atención ni a la cultura, ni a la ley cambodianas.
"Cambodia no puede actuar de acuerdo con estándares estadounidenses,
así como Estados Unidos no puede actuar sobre los estándares
cambodianos", remarcó el funcionario.
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